"Nos llaman guerreras", así comienza la historia de la Venezuela posible.

feb 19, 2018 0 comments
     

      Hace poco, nuestro cine venezolano se vistió de gala para mostrarnos, en una historia, la lucha por alcanzar los sueños de una onceava de chicas. Visto desde cualquier  canal de tv, cualquier portal web o cualquier página de periódico, no es mucho lo que podamos llegar a percibir. Sin embargo, las historias, las lágrimas, las sonrisas, los sacrificios, los logros y los milagros parecen ser ese toque mágico que, indudablemente, le dan un giro de timón al muy difícil mundo deportivo.

      Un documental, vidas que merecen ser contadas...

      El fútbol fue el deporte que las unió. La vida fue la causante de once historias fragmentadas que tenían como destino unificarse para convertirse en la historia de superación y de esperanza más grande que se hayan podido imaginar esas once guerreras y todos los que a pulso sentimos cada uno de sus pasos, golpes, inquietudes y goles. Si bien es cierto, hay una afición que quedó enganchada con la manera de jugar de estas guerreras, pero hay otra verdad y es que más allá del ímpetu y de la elegancia con la que han disputado cada partido, ellas lograron cautivarnos con sus particularidades, esencia e historias personales.
       Hay quienes creen que el destino está escrito y hay quienes, por el contrario, prefieren creer que esta, nuestra historia, la escribimos nosotros. Lo que sí es cierto es que la historia de cada una de estas chicas, tenía que llegar a nosotros de alguna u otra manera, porque sí, porque el mundo necesita de gente así, gente que nos impregne de buenos principios y valores, gente que vaya más allá de lo que a simple vista podemos ver.
       Jennifer Socorro, Edwin Corona Ramos y David Alonso son los encargados de la dirección de este espectáculo de documental. Ellos fueron los responsables de trabajar durante dos años, junto a un pequeño equipo en lo que sería la realización de este proyecto. Todo comenzó con la realización de pequeñas entrevistas que, luego de su gran impacto, obligatoriamente tenían que ser contadas a otro nivel. Es así como poco a poco, se fue dando forma a una historia hermosa, llena de esos atractivos que indudablemente harán que tu alma se sienta tocada.
      Del sacrificio al reconocimiento mundial...
      Ver la manera en la que juegan estas campeonas, ver la entereza con la que defienden su uniforme, ver la humildad con la que asumen sus errores es la muestra evidente de que a la gente buena, le tiene que ir bien. Son muchas las anécdotas que se podrían contar, son innumerables los momentos duros y felices que cada una de ellas guarda en su mente, pero también es cierto, ellas han sido capaces de unir a un país fragmentado y hacerlo vibrar al son de lo posible. Más allá de eso, no hay mayor recompensa para el alma cuando se trabaja duro.

     En esta idea obligatoria al cine, indudablemente, te vas a encontrar con momentos en los que quizás será inevitable que llores, pero eventualmente, será uno de los mejores momentos que puedas vivir, un momento que te hará reflexionar, soñar y agradecer. Ellas no llegaron al reconocimiento mundial por obra y gracia del Espíritu Santo, ellas tuvieron que pasar por un largo camino de temporales fuertes para ser hoy, las guerreras que son.


     Los temporales y la manera en la que florecen las primaveras...

     Hay muchas historias que merecen ser contadas dentro de este grandioso grupo de luchadoras, pero por ejemplo, podríamos tomar la de Deyna Castellanos, la capitana y una de las mejores jugadoras con las que cuenta la selección. Ella es sin dudas, la muestra evidente de que los sacrificios y las distancias, siempre pueden, aunque duelan, llevarnos a la cima de nuestros sueños. Dejó casa, rompió fronteras y hoy, aunque se encuentra becada en otras latitudes, sigue llevando el tricolor de frente.
      También podríamos hablar de Yerliane (La pantera), una de esas chicas que ha dejado de lado los estereotipos y que pese a que se le dificultaba mucho la lucha por sus sueños, entendió que renunciar a ellos, no estaba permitido. Siendo oriunda de Guasdualito y viviendo una de las tragedias más grandes que dejaron las inundaciones de hace uno años atrás, decidió dar la cara por ella y por quienes creyeron en ella.
       Otra realidad es la de Daniuska, quien dibujaba sus sueños en medio de una casa fabricada entre latas y cartones. Una niña que soñó, creyó y conquistó. La muestra de que las limitaciones no existen y las que existen son solo imaginarias.
       

       ¡No te pierdas esta grandiosa oportunidad! Venezuela, comienza a escribir una historia de guerreras y guerreros. Quizás es momento de que estemos plenamente convencidos de ello y dejemos de lado el miedo y la duda. Los sueños están para ser vestidos de realidad.

 

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